Día 160

Por: Paula Salgado

 Acabo de enterarme que estamos en el día 160 de cuarentena al ver los estados de uno de mis contactos de WhatsApp, al menos según sus cuentas, y lo que más me sorprendió no fue que haya pasado tanto tiempo desde la última vez que podíamos salir o ir a la universidad sin esta vida virtual, sino caer en cuenta que le creo que sea ese el número de días porque ha puesto ese estado con una reflexión sobre su vida, o la vida, todos los días desde que comenzó la cuarentena. 

Para no decir que me asusta, diré que me sorprende. Me sorprende que no se le olvide, que saque el tiempo para subirlo sin falta, que sepa y tenga algo para escribir cada día, y otras cosas, me sorprende porque no me parece fácil ni algo que me daría gusto hacerlo, pero lo del gusto es lo de menos, aclaro. Sin embargo, para ser alguien que no le gusten para nada, tengo muchos compromisos de este tipo, las entradas del blog de educativa y las entradas de otra cosa que ya contaré después, son un ejemplo de estos, que son semanales y diarias, y algo que es siempre, como una tarea que nunca termina.

Ahora, sobre algo que sí me asusta, hablemos de los temas de las clases de esta semana. Desde las materias y los cambios en el pénsum de psicología en la universidad hasta nuestras prácticas, rol y el ejercer profesionalmente, esos fueron los ejes de estas clases. Cuestionarnos sobre qué tan listos estamos para salir al mundo laboral, si tuvimos la suficiente práctica en nuestra formación, la necesidad de más prácticas -especialmente en clínica-, o si podremos ejercer en un campo laboral tan peleado, las preguntas que las guiaron.

La psicología y la relación que hay entre la formación y su ejercicio puede ser un asunto problemático. ¿Cómo podemos llegar a incidir en la realidad social al punto de transformar desde nuestros conocimientos, es acaso eso posible?. La realidad es que esta sociedad puede llegar incluso a desconocer qué es un psicólogo y, por tanto, qué es lo que hace y esto ha tenido consecuencias en el ejercicio profesional de los psicólogos, entre ellas, una generalización de las condiciones de ejercicio precarias. Para nosotros como estudiantes entender que "aquello en lo que te formas no necesariamente es donde vas a ejercer", como recalcó el profesor, asimilar que puede ser insuficiente lo que se sabe o que es una labor menos agradecida de lo que debería, no parece algo fácil. 

A mi modo de ver, sí tenemos prácticas, pero prácticas que se ajustan al conocimiento y la capacidad que tenemos en cada semestre, ¿prácticas en el área clínica desde semestres más tempranos?, en lo personal, creo que no me sentía preparada. Respecto a los retos que enfrentamos con nuestra disciplina, solo puedo decir que poder aportar en la solución de problemáticas -notables y otras ya normalizadas- y al bienestar de las personas, es de por sí, la satisfacción de esta labor.



0 Comments